Review | We Love Katamari Reroll + Royal Reverie, la experiencia definitiva

Tras el buen recibimiento de Katamari Damacy REROLL en 2018, era solamente cuestión de tiempo para que Bandai Namco sacara, de alguna u otra forma, una remasterización o revisión de la secuela del clásico de PlayStation 2 We Love Katamari. Tras 5 años de espera, el sueño de ver este juego en plataformas modernas se cumplió, pudiendo finalmente explorar el planeta tierra junto con el Príncipe y, obviamente, nuestro fiel Katamari (o la esfera mágica multicolor que nos permite recolectar los diferentes objetos del mapa).

En esta ocasión, y a diferencia de su antecesor, los cambios respectos a su versión de dos y tres generaciones pasadas no solo van más allá de lo estético y gráfico, sino que también cuenta con contenido extra enfocado en el Rey del cosmos. Junto con las nuevas misiones, la gente podrá disfrutar de contenido el cual estaba disponible solamente para la versión PAL del juego, creando así lo que podría decirse como la versión definitiva para disfrutar de esta joya creada por Keita Takahashi y compañía.

Sin embargo, el título no está exento de puntos bajos, los cuales se vienen arrastrando desde su versión original y secuelas, como lo son la repetición de escenarios o la corta duración de la campaña principal.

Adelantando, We Love Katamari Reroll + Royal Reverie llega a ser un título el cual no arriesga tanto en el contenido nuevo, pero que aun así logra cumplir con las expectativas y lo que uno espera de un remake.

Tráiler

Ficha Técnica

• Título: We Love Katamari REROLL+ Royal Reverie
• Lanzamiento: 2 de junio, 2023
• Publisher: Bandai Namco Entertainment
• Desarrolladora: MONKEYCRAFT Co. Ltd 
• Formato de lanzamiento: PlayStation 5, Nintendo Switch, PlayStation 4, Xbox One, Microsoft Windows, Xbox Series X|S
• Restricción de edad: Everyone – Todos
• Valor: $29.99 US en PS Store, $29.99 USD en Xbox Store, $18.999 CLP en Switch, $18.999 CLP en Steam.
• Formato de compra: Edición Estándar, Special Edition
• Género: Acción
• Plataforma usada para su Reseña: PlayStation 4

Requerimientos del sistema

Sinopsis

El Rey del cosmos destruyó por accidente todas las estrellas del universo, por lo que envió a su hijo, el Príncipe, a la Tierra y le ordenó que creara una katamari enorme. El Príncipe rodó la katamari y la hizo cada vez más grande con todo lo que encontraba a su paso. La katamari que creó flotó en el espacio, y brillando, pudo recuperar el cielo estrellado perdido.

A medida que restauraba el cielo, el número de fanáticos del Rey en el mundo empezó a crecer. El Rey quería honrar los deseos de éxito de sus fanáticos, por lo que hizo que el Príncipe siguiera rodando la katamari y así cumpliera los sueños de todos.

Experiencia

Para quienes no estén tan familiarizados con la franquicia, Katamari Damacy es un juego que salió originalmente para la PlayStation por allá en 2004. A pesar de contar con un estilo artístico «simple» o infantil, la dificultad en los puzzles y el clásico humor japonés absurdo y surrealista llevó a que el juego contará con una base de fans variada, lo que le permitió a Namco seguir estirando el chicle varios años más.

Pese a su historia simple, el equipo pudo sacar nada más ni nada menos que 8 nuevos títulos tras la ópera prima de Takahashi. Lamentablemente, y tras pasar por casi todas las consolas posteriores a la PS2 (e incluso celulares), la saga tuvo una pausa en la octava generación, sacando su último juego para consolas en 2012 en la PS Vita, aunque el último fue el juego móvil Tap My Katamari en 2016.

Tras 6 años de sequía, la compañía nipona decidió revisitar los orígenes de la franquicia, permitiendo que nuevo público conociera la satisfacción de girar el katamari. Tras toda esta odisea, nos encontramos nuevamente frente al juego que sentó las bases para los posteriores juegos y que además fue el último que contó con la presencia de su creador original.

Si lo ves, lo puedes recolectar

Entrando finalmente a lo que es el juego es cuestión, We Love Katamari Reroll + Royal Reverie cuenta con todas características de lo que se considera un juego de la saga. Uno de los puntos fuertes de este es el nivel de grandilocuencia, el cual se ve reflejado mientras avanzamos en el juego.

Los primeros niveles nos presentan escenarios acotados, los cuales van desde una simple pieza a un jardín. Sin embargo, y a medida que avanzamos, la escala de nuestro personaje y de las cosas que nos rodean van creciendo, creando situaciones las cuales son difíciles de creer.

Lo genial de esto, es que todo lo que vemos en los niveles eventualmente podrán ser atrapados por nuestro katamari. Para esto, tendremos que aprender a ser eficientes con nuestro tiempo y manejar de buena manera nuestra esfera, tomando los objetos disponibles en un inicio para, posteriormente, arrasar con todo lo que se nos cruce al frente.

Los controles de primera vista parecen fáciles, pero al ir avanzando nos daremos cuenta de que tienen un grado de complejidad. Para empezar, el Príncipe se desplaza al rededor del katamari por medio de los dos análogos, lo cual podría ser algo incómodo para los primerizos. A pesar de esto, y gracias a los niveles iniciales, acostumbrarse al manejo de nuestra principal herramienta es relativamente fácil, por lo que cumplir con los requerimientos mínimos para ir avanzando en la “historia” es pan comido.

Sobre los niveles o los desafíos, estos constarán principalmente de tomar la mayor cantidad de objetos durante un tiempo determinado o la de conseguir una cierta cantidad de objetos en el menor tiempo posible. Al principio esto puede sonar novedoso para algunos, pero al ser tan repetitivo puede aburrir a la larga a algunos jugadores que no estén tan metidos en la franquicia. Para esto, el juego cambia la fórmula del tamaño o la velocidad, agregando un giro de tuercas para presentar situaciones nuevas como niveles bajo el agua o incluso una carrera automovilística.

A este problema tampoco ayuda que, en cierta parte del juego, los escenarios tienden a repetirse, cambiando solamente los objetos disponibles por recolectar o nuestro katamari (en este caso un sumo) para variar en algo. Esto lo arregla ampliando el mapa una vez avanzamos en la historia, tanto en longitud como en altura, creando nuevas circunstancias que nos incentivan a revisitar estos mundos.

Estos contratiempos eran complicados de cambiar, teniendo en cuenta de que se trata de un remake, por lo que no queda de otra de hacer la vista gorda. Entrar a picar en esto sería cambiar la idea original de su creador, cosa que podría no caer bien a los fanáticos de la saga, pero que a la larga podría hacer que los jugadores nuevos se vayan a mitad de camino.

Otro de los puntos que vale la pena recalcar, tiene que ver con su rejugabilidad. El juego dura aproximadamente unas 4 o 5 horas, cantidad que para los estándares actuales puede parecer poco. Sin embargo, el juego lo compensa con la posibilidad de mejorar tus tiempos en cada nivel, como también la de recolectar los regalos (los cuales traen objetos para adornar al Príncipe), los Primos (los cuales son otros personajes que podremos usar) y también los stickers (de los cuales hablaremos a continuación).

Además, para los fanáticos del 100%, el juego tiene trofeos/logros y un registro de todos los objetos disponibles, los cuales podrás revisar en el apartado de “colección”. Con esto se abre la posibilidad de ampliar la vida del título, eso sin contar el contenido nuevo.

Contenido nuevo

A pesar de ser un remake y de respetar el juego base, We Love Katamari Reroll + Royal Reverie aprovechó de traer contenido viejo y nuevo. Uno de estos se trataba del «Planeta de los primos«, el cual estaba disponible solamente para la versión PAL. De este modo, tanto los veteranos como los primerizos podrán revivir o vivir la experiencia de atrapar a los parientes del Príncipe, los cuales se van desbloqueando/atrapando en los distintos niveles.

Además, contaremos con cinco nuevos desafíos protagonizados por el Rey del Cosmos, los cuales serán revisiones de algunos niveles de la campaña principal, pero con mayor exigencia. Así, tendremos que rodar de manera casi perfecta nuestro katamari para cumplir y satisfaces las demandas de Papa, el abuelo de nuestro protagonista, creando la perfecta excusa para poner aprueba nuestras habilidades.

Además, en esta versión contaremos con la inclusión del modo selfie para la cámara fotográfica del Príncipe. De esta forma, no solamente podremos sacar fotos de nuestro entorno, sino que también de nuestro colorido personaje. El modo cámara también servirá para desbloquear nuevos filtros y marcos a través de pegatinas, las cuales se encuentran ocultas en los niveles.

Así, no solamente estaremos atentos de cumplir con las exigencias del Rey, sino que también de los dichosos stickers.

El cosmos nunca se ha visto más hermoso

Como era de esperar, el pasar del CRT al LCD le trajo al juego una gran mejora en el apartado visual. Si a esto le sumamos un mayor poder de hardware en comparación con su homólogo de la PS2, tenemos la fórmula ganadora.

Uno de los cambios más notorios para quienes jugaron la versión original tiene que ver con los modelos de los personajes, los cuales tienen los bordes más redondos. Debido a esto, podemos ver finalmente una representación fidedigna de los diseños originales de Takahashi tanto de la realeza como de sus parientes.

Otros de los puntos buenos de este apartado es la posibilidad de elegir entre dos estilos visuales, lo cual nos permitirá experimentar de manera nueva o clásica el juego. Para quienes quieran contar con sombras y luces en tiempo real, podrán optar por el modo «Gorgeous»; por otro lado, quienes quieran tener una experiencia más fidedigna, podrán jugar con el modo «Usual». Ambas opciones se pueden cambiar en cualquier momento del juego a través del menú, dejándolo a elección a cada jugador, algo que siempre se agradece.

Otro punto importante de su paso a nuevas generación tiene que ver con el rendimiento del juego, el cual tiende a mermar su tasa de FPS debido a la cantidad y tamaño de las cosas en pantallas. Sin embargo, en su versión de PS4 la experiencia fue totalmente fluida en su mayoría, teniendo algunas caídas en los niveles que nos ponían a un nivel y tamaño casi parecidos a los de Godzilla. Así, y teniendo en cuenta que el juego salió para plataformas de la misma o una generación mayor, la experiencia general es bastante buena.

El OST que todos conocen, pero que nadie sabía de donde venía

Otro punto a destacar, en general de la saga, es su banda sonora. Temas como Lonely Rolling Star, Bluffing Damacy o Shabadoobie, por decir algunos, son temas clásicos que, siendo fan o no de saga, en algún momento de tu vida habrás escuchado.

La banda sonora de este juego consta de 18 canciones, las cuales fueron creadas por compositores de Namco. Los nombres de los artistas son Akitaka Tohyama, Asuka Sakai, Hideki Tobeta, Tomoki Kanda, Yoshihito Yano, Yu Miyake y Yuri Misawa. También se encuentra el artista de beatbox Dokaka, quien estuvo involucrado en el tema «Katamari on the Rocks«. Para quienes jugaron la primera entrega, podrán reconocer algunos tributos en los temas «Sunbaked Savanna» y «Disco Prince«, los cuales rememoran ciertas canciones de su antecesor.

Uno de los elementos importantes a destacar de esta banda sonora es la gran variedad de géneros que toca, pudiendo pasar del jazz a la música electrónica sin ningún problema. Así, la música toma un papel casi protagonista, llegando a ser incluso la razón de querer jugar un nivel o incluso el mismo juego.

Dentro de este apartado, y recordando de que se trata de un remake de un juego de más de 18 años, hubiera sido bueno poder contar con la posibilidad de elegir o escuchar canciones de otras entregas, dando un plus a un apartado que de por sí no necesita defensa alguna. Sin embargo, esto no es algo que te saque de la experiencia para nada, solamente pudo haber sido una alternativa para crear un producto más «grande».

Veredicto: Bueno

Tras todo lo anterior, podemos concluir que We Love Katamari Reroll + Royal Reverie es un juego que mantiene intacta la esencia del juego original, replicándola para nuevas las generaciones de consolas y jugadores. Los cambios, que en general no son tantos, son simples retoques para un juego que sigue manteniéndose fresco a pesar de estar próximo de cumplir dos décadas y que simplemente podría haber necesitado un lavado de cara más que un remake.

La inclusión de contenido exclusivo, los retos basados en los recuerdos del Rey del Cosmos y el modo selfie son inclusiones positivas, las cuales agregan un par de horas más al juego y le da a los fans de antaño una nueva razón de rejugar este gran título.

Por otro lado, la posibilidad de jugar We Love Katamari en una plataforma moderna le permite a los más nuevos conocer esta saga sin la necesidad de contar con los implementos necesarios para jugar de la mejor manera un juego que salió por el 2000. Además, si contamos la remasterización de su primera entrega, tenemos a disposición el juego que inició todo y el otro que lo perfeccionó.

A pesar de todo esto, recomendar este título es complicado, debido a que cuenta con la misma maldición de juegos como Chibi Robot o Pikmin, de que te tiene que enganchar a la primera. Además, los problemas ya mencionados y posiblemente el precio puede ser otra barrera para entrar a este juego o a la franquicia, y se entiende, pues el juego es bastante contemplativo y relajado en comparación con otros juegos que salieron en la misma fecha (como Street Fighter 6).

A pesar de todo esto, We Love Katamari Reroll es un grandioso juego que merece la pena experimentar, el cual puede jugar cualquier persona que haya experimentado o no la primera entrega de la saga.

Esperemos que con el paso de los años podamos tener nuevas entregas de este juego, o incluso mejor, una nueva entrega pensada para las nuevas tecnologías como el VR. Ya sea lo primero o lo segundo, nunca está de más contar nuevamente con la compañía del Príncipe y su katamari.

AGRADECEMOS A BANDAI NAMCO POR EL CÓDIGO DE PRENSA EN PS4 PARA REALIZAR ESTE REVIEW.