A menudo nos encontramos con desafíos en todos los ámbitos de la vida. Lugares que nos invitan a salir de la zona de confort y nos ofrecen un escenario repleto de incertidumbre y posibles interrogantes.
Hay quienes, frente a este panorama, se divierten surfeando la ola de lo desconocido, mientras que otros al verlo venir se resguardan detrás de herramientas como el orden y la planificación. No existe una única forma de sobrellevar este tipo de situaciones, pero es cierto que cuanta más previsión puedas tener se reducirán las posibilidades de obtener un resultado negativo de la situación.
Los estudios a favor de la planificación y el orden son muchos y junto a ellos se han ido desarrollando una serie de técnicas o herramientas facilitadoras que ayudan a agrupar toda esa información, tenerla de forma accesible y ordenada.
Según el ámbito de la vida o rubro para el que lo necesites, podrás encontrar herramientas más idóneas que otras que te proporcionarán mejores resultados. OKR, por ejemplo, ha ganado mucho lugar en el último tiempo y se trata de una técnica que apunta a enfocar eficientemente los objetivos para obtener los resultados deseados.
Si quieres saber más sobre la técnica OKR, en esta nota te daremos toda la información que necesitas para que a partir de ahora la apliques y logres cada cosa que te propongas.
¿Qué es OKR?
La sigla OKR proviene del inglés Objectives and Key Results, que en español se traduce a objetivos y resultados claves. Distinto a lo que se puede llegar a creer, no se trata de un sistema al que puedes acudir, por ejemplo, teniendo acceso a internet, sino que se trata de una metodología de trabajo que ayuda a definir metas y gestionarlas de una manera simple y medible.
Su desarrollo estuvo a cargo del ex CEO de Intel, pero fue recién en el año 1999 que comenzó a tomar más relevancia cuando Google lo implementó puertas adentro para su propio beneficio.
Definiendo objetivos
Como ya hemos mencionado, esta metodología tiene como base la definición clara y precisa de objetivos, es decir, que estén acotados en un período de tiempo, que sean medibles y que sean ambiciosos pero realistas a la vez.
Esta técnica no toma los grises como una posibilidad, es decir, los objetivos se cumplen o no se cumplen en el tiempo definido. Si para la fecha estipulada no se han obtenido los resultados esperados, entonces se dice que no se ha alcanzado el objetivo deseado.
Así mismo, no hay un tiempo mínimo o máximo para establecer estos objetivos, eso dependerá de las metas que desees alcanzar y de tus necesidades. Por eso, el período definido puede ser medido en años o meses según lo requiera la situación.
Por último, especialmente en el caso de las organizaciones, el cumplimiento o no de los objetivos no siempre dependerá de si han sido correctamente definidos.
Antes de pensar en proyectar a través de los OKR, es fundamental contar con bases sólidas, valores, creencias y una cultura empresarial que direccione el accionar de sus colaboradores. De esta forma, los OKR solo deberán apuntar a congeniar y coordinar la labor diaria de cada uno de ellos.
Ventajas de aplicar el OKR a nivel empresarial
Trabajo en equipo
Una de las principales ventajas que tiene la aplicación de las OKR es que indefectiblemente, para alcanzar los objetivos, es necesario aunar los esfuerzos de los colaboradores de una organización. Todas las acciones de los equipos de trabajos deben estar direccionadas en pos del cumplimiento del objetivo final, en tiempo y forma.
El resultado de esta metodología de trabajo en las personas serán sin dudas equipos más unidos y sólidos.
Orden y compromiso
Así como plantea una dinámica de equipo, esta metodología de trabajo también propone ordenar y direccionar las acciones individuales, acotarlas a una fecha determinada.
El hecho de contar con esta fecha, también aumenta el compromiso de los empleados, dado que les indica que hay un plazo con el que deben cumplir. Así mismo, si logran alcanzar ese objetivo debidamente, también se sentirán más motivados, dado que notarán que su esfuerzo ha dado buenos resultados.
Más claridad
Por otro lado, los OKR también ayudan a que cada colaborador pueda visualizar el impacto de sus acciones diarias en los resultados de la empresa. Si bien es cierto que no siempre las acciones individuales tienen impacto directo en los resultados generales, hacer partícipe a todos los integrantes de este proceso ayuda a entender que todos son igual de necesarios para lograr lo que la organización se propone.
Por otro lado, la claridad también está vinculada a la transparencia, es decir, a que sean de público conocimiento los objetivos de la empresa, hacia donde aspira llegar en un futuro con el esfuerzo de todos los colaboradores. Asimismo, y sobre la misma línea, la claridad también apunta a que los resultados sean debidamente comunicados a sus trabajadores para que todos estén al tanto de las consecuencias del esfuerzo colectivo.
Mantiene la motivación
Ya hemos mencionado este punto, pero aquí lo profundizaremos un poco más. Contar con un plazo específico de trabajo ayuda a mantener a los colaboradores motivados, no solo porque saben que deben cumplir con una meta en tiempo y forma, sino también porque al finalizar ese objetivo probablemente les asignen otro con las mismas características.
De esta forma, entenderán que su trabajo no es en vano ni se encuentra a la deriva, sino que tiene un plazo que debe ser respetado.
Lo interesante de esta metodología es que puede ser utilizada en cualquier ámbito de la vida y con cualquier proyecto que pueda ser pensado en objetivos y plazos. En el ámbito empresarial, sus beneficios saldrán a la luz con mayor rapidez.
