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Primeras Impresiones | Diablo IV

La nueva entrega de la saga de Blizzard Entertainment promete el infierno como nunca lo habíamos visto en Santuario

Hace un par de semanas estuvo disponible la próxima cuarta entrega de la franquicia de demonios y héroes, Diablo IV, que permitió probar la nueva experiencia de Blizzard.

Esta entrega tiene Diablo III y Diablo Immortal a sus espaldas, por lo que ha generado mucha expectativa desde su anuncio. Para esta nueva, Blizzard apostó por una nueva perspectiva para el título, que no solo llega cargado de contenido, sino que sigue sintiéndose leal a su nombre.

Adelantando en lo que pudimos observar en esta beta abierta, Diablo IV se postula como una excelente combinación de elementos clásicos del título, como innovación a un nivel que no llega a ser demasiado diferente. Si mantiene esta visión, es muy probable que se posicione ser uno de los títulos importantes del título a llegar próximamente para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC.


Ficha Técnica

  • Título: Diablo IV
  • Lanzamiento: 6 de junio, 2023
  • Publisher: Blizzard Entertainment
  • Desarrollador: Blizzard Entertainment (Saga Diablo, Overwatch, World of Warcraft)
  • Formato de lanzamiento: PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC
  • Valor: Desde $69.99 USD / $64.990 CLP
  • Género: Dungeon Crawler, RPG, Mundo abierto, Acción, Looter
  • Plataforma para su impresión: PS5

Sinopsis

Luego de los acontecimientos ocurridos con la reencarnación de Diablo, el renacimiento de los Horadrim y la derrota de Maltael, el conflicto entre ángeles y demonios pendió sobre un hilo. Con la guerra lejos de terminar, creyentes buscaron consuelo donde pudieron, y eso los llevó a un nuevo mal.

La creación de Santuario y de los humanos fue el regalo que el amor de Lilith e Inarius dejaron, o eso es lo que las historias cuentan. Pero Lilith, como la hija del Odio, guardaba más oscuros futuros para los humanos, al igual que Inarius, que tampoco era el mejor ejemplo.

Una vez más, el ejército de los cielos y del infierno se enfrentarán en un nuevo conflicto, donde los motivos y secretos llevarán a un camino más oscuro. Solo dependerá de unos pocos elegidos detener el posible fin del mundo por parte de sus seres divinos.


Nuestra Experiencia

Diablo IV se presenta como el título de la franquicia definitivo, no solo por lo que significa, sino como también sus desarrolladores lo concibieron. Es un título sólido, que sin duda le faltan detalles por ser pulidos, pero que en el tiempo que le queda para salir, están a buen ritmo.

Los grandes cambios van más allá de sus mecánicas de combate. De hecho, diría que las mecánicas de combate no cambiaran de manera considerable. En base, se juega igual que su versión anterior, pero su atmósfera se siente diferente.

Cada jugador experimenta esta nueva entrega de una manera diferente a lo que estamos acostumbrados con el título. Más allá de la jugabilidad, el título se presenta más masivo que nunca, capaz de superar límites que antes tenía.

Eso sí, le queda mucho trabajo. En esta beta existía un claro problema de conexión en el juego, donde en sus primeras horas era imposible jugar, sobre todo en el acceso anticipado de la beta. Como también había muchas veces que el juego pegaba tirones por la lenta carga de una nueva área, que se volvía muy molesta. Pero aún con lo anterior, fue una experiencia muy satisfactoria.

Clases, equipamiento y árbol de habilidades

Al igual que su antigua versión, Diablo IV inicia con un total de cinco clases que puedes elegir para iniciar esta cruzada. Dos se mantuvieron de la tercera entrega, mientras que el resto son clásicos arquetipos que vuelven en esta cuarta versión.

Diablo III inició con cinco clases también, que mediante expansiones se volvieron siete en total: Bárbaro, Cazador de demonios, Monje, Santero, Arcanista, Guerrero divino y Nigromante. De estas siete clases, dos se repitieron: el Bárbaro y el Nigromante.

El resto de clases son el Hechicero, Pícaro y el Druida, cada uno de las clases con posibilidad de personalización. Ya no solo eliges un personaje predeterminado, sino que puedes personalizar como se ve para ajustarlo más a tus gustos.

Evidentemente, cada una de las clases tiene su equipamiento específico que no puede ser usado por los otros tipos de personajes. Este equipamiento se ve definido por sus armaduras y armas, que cambian por cada clase, además de contar con una gran variedad según se sube de nivel.

Eso se mantiene igual que Diablo III, que en efecto, fue uno de sus aspectos más queridos, el loot, la personalización de estilo y la variedad visual que existe. Pero el gran cambio con las clases se encuentra en el nuevo árbol de habilidades por personaje.

Con respecto a los controles y botones de ataque, el título no tuvo mayores cambios a su predecesor, pero sus habilidades sí. Ahora todo funciona como un gran árbol de habilidades que se va relacionando. Las runas y la elección de clase de ataque quedó atrás, con un nuevo y más complicado (encuentro yo) sistema de habilidades.

A decir verdad, las mismas modificaciones de ataques y sus variantes no se diferencian tanto, por lo que siento que limita más algunas habilidades que se quieran usar. No soy gran fan del nuevo sistema, pero sí es lo que presenta más cambios, por ende, es más difícil de entender del combate.

El nuevo mundo abierto de Santuario

Otro cambio importante que tiene Diablo IV con respecto a su anterior entrega es respecto a la forma en la que se expande su mundo. Diablo III, a pesar de tener grandes áreas de exploración de vez en cuando, seguía siendo lineal y limitada.

Esta nueva entrega decidió botar lo que conocíamos del mapa lineal de la historia, optando por un mapa abierto de Santuario. En los tráileres del título veíamos la posibilidad de tener una montura, y luego de jugar, por lo que está más que clara su necesidad.

Santuario en Diablo IV se divide en 5 grandes zonas, que a su vez se divide en varias áreas de exploración, que cuentan con un nivel recomendado específico. En la beta abierta podíamos explorar la primera gran área del juego, que es dónde ocurre su primer Acto.

Esta área, a su vez, está dividida en distintos biomas que pasan desde frías áreas de nieve y hielo, hasta páramos desolados, parecidos a Tristam en la tercera entrega. Cada área a su vez cuenta con muchos puntos de interés, pero eso lo profundizaremos más adelante.

La nueva manera de presentar el mundo que hemos conocido desde la primera entrega es una de las grandes innovaciones del título. Porque además de volver el área mucho más grande, también se centraron mucho en darle la sensación de verticalidad.

Todo el mapa cuenta con desniveles, que le dan más naturalidad al mundo que nos rodea, y no solo eso, ya que se siente más vivo, puesto que otros jugadores exploran al igual que nosotros. Entonces no es raro toparte con un Hechicero en plena lucha por los caminos rocosos.

Los secretos y la vida de sus mazmorras

Por último, también cabe hablar de los puntos de interés que encontramos en esta nueva reimaginación de Santuario, y cómo no, sus mazmorras. Cada área del mundo está lista para ser revelada, que también da experiencia al personaje, así que no dejes ninguna sombra en el mapa.

A lo largo de este nuevo mundo encontraremos distintos puntos de interés, algunos son pequeños detalles, mientras que otros son desafíos a nuestras habilidades. Trataré de hablarte de cada uno de estos tipos, para hacer entender las dimensiones de su exploración.

Partamos por las clásicas mazmorras, que en este caso llegan más únicas que nunca. Se nota que los desarrolladores se preocuparon de sus grandes mazmorras. Reconocidas por un ícono de portón, cada una es diferente a la otra, que te lleva a explorar desde castillos, monasterios, minas y cuevas inexploradas, todas diferentes entre sí, un muy lindo detalle a decir verdad.

También están las pequeñas mazmorras, marcadas por un tipo de puerta. Estas son más reducidas, por lo general centrada en la entrada y asesinato de un grupo de élite. Perfecto para loot rápido.

Pero sin duda lo más interesante eran los Fuertes. Estos estaban marcados por la calavera roja de una bestia. Estos espacios eran ciudadelas en las que tenías que pelear con muchos enemigos poderosos para liberarlo. Al liberar el Fuerte, se transformaba en una locación humana de paz que traía sus propias cosas.

La experiencia no se queda ahí, ya que Diablo IV, al elegir la modalidad de mundo abierto, también tuvo que adaptarse a eso. Por ende, ahora hay más misiones secundarias de personas en las ciudades (que puedes ir desbloqueando para viaje rápido), como también actividades a tiempo real que te puedes encontrar en tu exploración.

Sin duda, es un mundo inmenso, que dada sus dimensiones probablemente tenga preparado muchísimas más sorpresas a lo largo del mapa. Solo pudimos explorar una porción de este mundo y no puedo esperar para conocer, encontrar y pelear más.


Veredicto: Bueno

Lo Bueno

  • Es una experiencia que le hace justicia a la franquicia y le da un nuevo aire.
  • La exploración está muy interesante, con una gran variedad de puntos de interés que encontrar.
  • Personalizar a tu personaje es algo que le da más personalidad única a cada una de tus partidas.
  • La historia parece volver a ser una llena de momentos épicos y cinemáticas únicas.
  • El loot está rebosante de piezas únicas, y más objetos legendarios que nunca antes.
  • Revisitar Santuario es muy nostálgico si jugaste los anteriores títulos, sobre todo el tercero.

Lo Malo

  • El árbol de habilidades se siente extraño, lo por lo que añora el cómo era en su tercera entrega.
  • Tuvo variados errores técnicos, desde sus servidores, a la carga de zonas.

En definitiva, Diablo IV es una experiencia que tiene todo a su favor para ser de los mejores títulos del año, además de ser la mejor entrega de su saga. Cuenta con una innovación que no llega del todo a ser extraña y se siente nostálgico.

Optar por un mundo abierto para este título es una de las mejores ideas que pudieron tener, dejando de lado su exploración lineal, a excepción de momentos de su modo historia. Además, que la trama del mundo se traduce de una manera mucho más natural.

Las clases se ven bien y únicas como primer acercamiento, que da mucho para soñar en una hipotética expansión del título a futuro. El árbol de habilidades no es convincente del todo, pero el resto del juego parece apuntar alto.

Diablo IV parece listo de desatar el infierno y el cielo, en una nueva lucha por la supervivencia humana, luego de que nuestros creadores decidan buscar la muerte del otro. El infierno llegará a Santuario y solo depende de nosotros para hacerle frente.

Ignacio "Kairos" Riveros
Ignacio "Kairos" Riveros
Tengo 25 años. Desde que tengo memoria he sido parte del mundo del gaming, partiendo con la primera consola de Sony, PlayStation. Desde ahí me he hecho más parte de este mundo, agregando mis gustos por el cine, la animación japonesa y el manga.

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