Nuevamente, te traemos en Alerta Geek un puzle 3D que demuestra que el límite está en tus manos. Ya hemos traído dos de estos productos, primero un modelo a escala del Castillo de Hogwarts de Harry Potter y luego una Treasure Box ROKR. Hoy es turno del Holandés Errante de Cubicfun.
Los puzles 3D siguen siendo una experiencia única en la que pone en desafío tu paciencia, precisión y energía para armar genuinas piezas de arte. En este caso, el barco de Davy Jones es la máxima expresión de la exigencia que estos trabajos piden.
Una vez más, gracias a la tienda de Playmore, pudimos intentar este nuevo desafío de 360 piezas y una duración de más de 4 horas. Pero no se preocupen por el tiempo, el viaje es lo interesante.
Unboxing
El puzzle 3D Cubicfun del Holandés Errante viene con:
- 17 placas en la que encontramos el total de 360 piezas para el puzle.
- Un libreto de 27 páginas, donde explican el procedimiento exacto e ilustrado del armado del proyecto.
- Una bolsa con la carcaza de pilas.
- Dos cables con un juego de luces led a través de un alambre de cobre.
- Otra bolsita con 24 cañones pequeños a escala.
- Una herramienta para crear los hoyos pre picados de las piezas.
Luego de abrir la caja, la verdad del profundo mar se pone ante tus ojos, 17 placas bastante grandes se presentan ante ti. Bolsitas que sabes que usarás eventualmente, y el gran libreto, el gran manual, las reglas del pirata, las instrucciones de armado.
A primera vista lo más preocupante son los arreglos eléctricos. Es bastante preocupante la sensación de que tal vez no funcionen. Pero uno solo debe respirar profundo y empezar a moverse.
Nuevamente, las instrucciones están perfectamente explicadas. Con ilustraciones coloreadas y enumeradas para saber qué pieza sigue. Además, que en este caso las instrucciones vienen autocorregidas.
¿A qué nos referimos? Parece que una página del libreto estaba mal ilustrada, por lo que en vez de dejar el error, imprimieron una imagen idéntica en blanco y negro, pero con el error corregido. Así el procedimiento no se entorpece.
Las placas estás enumeradas, lo cual es fácil de trabajar. Al mismo tiempo que cada placa tiene el contador exacto de qué piezas cuenta. Eso sí, hay dos placas, la de las velas, que son especialmente delicadas y que manejarlas es bastante complicado.
En lo que resta de objetos que vienen en la caja son los accesorios más físicos, que son los cañones. Son muy pequeños, al principio no los reconocí como tales, hasta que tocó ponerlos. De todas maneras un detalle muy bienvenido.
Las partes eléctricas, por su lado, me hicieron un manojo de nervios. Sin pilas AA qué usar y esa preocupación de «¿Si no sirve?». Pero no teman, al momento en que toca utilizarlas es bien temprano en la construcción, así que no queda mucha más preocupación.
Por último, y para mí la parte clave, el hacedor de agujeros. Sin duda la herramienta más útil y rápida para mover esa tediosa actividad de ir sacando esas piezas con la uña. Cambió la experiencia y la guardé para cuando haga más puzles.
Experiencia
No puedo decir que soy experto en los puzles 3D, pero ya contaba con la experiencia que me había dejado la construcción de Hogwarts. Así que me creía más listo, pero a decir verdad, fue un desafío mayor al esperado.
Según la caja del producto, el trabajo tomaría más de cuatro horas. Como un estimado suponemos que ese sería el periodo de tiempo esperado. Bueno, debo decir que yo me demoré cerca de 10 horas en total.
Claramente, y una vez más, bajo la situación con el Castillo de Hogwarts. Haciendo cosas de la casa, dando pequeños breaks para comer, ordenar y tan solo descansar.
Fue un trabajo extenso y sin duda me tenía muy cansado al final (Solo a mí se me ocurre terminarlo el mismo día). Pero al final, todo el agotamiento y tiempo gastado en esa construcción lo valió, pues el producto final era hermoso. El Holandés flotaba en mi living.
La construcción estaba dividida en varias secciones del barco que se iban juntando al final. Claramente, partíamos con el esqueleto del barco. Todo lo que significa el orden interior de este fue el inicio de esta aventura.
Pero tan pronto terminas el esqueleto, el primer desafío se presenta. Las mares tiemblan, los peces escapan y un mal movimiento significa el fin. Así es, estoy hablando de la existencia del manojo de cables que se conectan a las luces LED.
Si bien, las instrucciones te explican, movimiento por movimiento como deber poner los cables, es una parte totalmente lenta y delicada. La idea es no echar a perder las luces, y que funcionen al final, una preocupación que no es fácil de predecir.
No sabría hablar de tiempo, pero recuerdo lo problemático que fue pasar las luces por cada agujero a lo largo del barco. Con tanta delicadeza como para tallar un árbol, lo único que tenía en mente es que al menor error, las luces no funcionarían.
Spoiler, sí funcionaron.
Con el apartado eléctrico y la base aparte del barco terminado, podíamos dejarlo de lado. Ahora empezaba la sección de capas. La cubierta, proa y popa de nuestro querido Holandés Errante.
Además de todo lo que significa el caso de nuestra construcción, básicamente ya le dábamos la primera capa del barco. Luego de un par de piezas más llegaba el momento de poner los cañones.
Un total de 26 cañones fueron utilizados en la construcción de este barco, que ya contaba con lujo de detalle. Estas herramientas piratas eran un antes y un después en la construcción del barco.
Desde que se suman al proyecto, el barco solo crece y crece. Una situación preocupante para el diseño de interior de mi departamento.
Con esa situación terminada el trabajo con nuestro barco se transformada esencialmente a poner más detalles. Una de las cosas que más se notaba del Holandés es que cada vez crecía más, lo cual daba una sensación de estar avanzando en el trabajo.
Los detalles iban armando el Holandés Errante en sí. Es impresionante lo preciso que había sido su diseño, capas de profundidad, detalles pequeños, que cada vez les daba más personalidad a la construcción.
La última parte fue la más complicada de todo el trabajo. Todo lo que significaba la creación de las velas y agregar los últimos detalles. Ya sean cuerdas, stickers que dan profundidad o las mismas velas en sí.
Diría que fue la parte en la que más me demoré. Había que tener mucho cuidado, sobre todo con las velas y las piezas más delgadas. Fáciles de doblar, romper y arruinar. Fue sin duda el momento más estresante de la construcción.
Pero con eso daba por finalizado el Holandés Errante. Un puzle muy desafiante, pero a pesar de los estrés, muy entretenido de hacer.
Veredicto
Lo Bueno
- Cada pieza tiene un lugar preciso donde ir. Es decir, su calidad es intachable.
- El resultado final es bastante satisfactorio.
- Las instrucciones están bien detalladas, son fáciles de seguir y son capaces de autocorregirse.
- El nivel de detalle del producto final es espectacular. Un modelo a escala demasiado bien definido.
- La adición de la herramienta de agujeros es clave en la realización del puzle.
Lo Malo
- Muchas piezas pequeñas eran bastante difíciles de usar.
- Todo el manojo de luces LED, si bien actúa como un lindo detalle, no tiene tanto impacto final.
- Algunas piezas no se ajustaban bien al lugar donde deberían estar.
- Quedaban sueltas.
Quiero partir esta sección diciendo que no me arrepiento de las 10 horas invertidas en el proyecto y de tener que hacerlo de nuevo, con otro puzle, feliz lo haría. Esta construcción, bastante más grande y exigente que la anterior solo logró una cosa.
Reafirmó mi encanto con los puzles 3D.
No me malentiendan, probablemente hacer el proyecto en una sentada no fue mi decisión más sabia. Sí me cansé, exigí y esforcé más de la cuenta, pero el resultado final me llena de orgullo.
Ahora el Holandés Errante, el querido barco de Davy Jones adorna el living de mi departamento y me sirve como un ejemplo de lo que soy capaz. Nuevamente tengo esa sensación de logro personal, de orgullo, de felicidad.
Una vez más la satisfacción de como entran las piezas es especialmente rica. El sentir como cada una de las partes se ajustan perfecto al espacio que deberían ir. Sí, no es perfecto tampoco. Pero en su totalidad es una excelente representación.
El modelo a escala del Holandés Errante es totalmente fiel a su versión original que vimos en las películas de Piratas del Caribe. Con un nivel de detalle difícil de explicar. Capas, profundidades y relieves hacen este trabajo único.
Las instrucciones son perfectas, ya que no alcanzas a calentarte la cabeza y entenderlas también da una sensación de entendimiento mayor. No mentiré tampoco, las piezas delicadas eran extremadamente difíciles de utilizar.
Y a pesar de que nada terminó en un error grave de construcción, sí terminé con algunas piezas dobladas y otras más bien sueltas.
El único problema que puedo encontrar en el resultado final, es que no ilumina al Holandés tanto como uno se espera. Sin duda se ven ciertos brillos verdes, pero no es algo que ilumine nada.
Hice la prueba, apagué todas las luces y prendí el barco. Solo podía ver destellos de luz, que me daban una idea de dónde venían. Pero no son completamente llamativos, y terminan siendo más como un detalle menor, a un agregado mágico.
Pero a pesar de eso, creo que no podría decir más de lo que fue la experiencia. Cumple con ser única, entretenida y desafiante, que hizo mi semana un poco menos aburrida y bien diferente.
Recomiendo, si estás interesado o interesada en adquirir uno de estos puzles, primero partir con varios puzles más simples e ir subiendo la dificultad de a poco.
Otra recomendación que agregaré es que empieza estos proyectos con tiempo. No te veas presionado o presionada por el tiempo. De ningún tipo, no importa si el proyecto demora una hora, si te tienes que demorar cuatro horas, hazlo.
El camino es divertido, especial y el resultado final es el resultado del esfuerzo de nadie más que el tuyo. Si haces un puzle 3D, siéntete orgulloso, es tuyo. Y nadie te puede quitar eso.
Una excelente experiencia para quién quiere probar algo nuevo. Y esperemos tener otro puzle del cual poder hablarles.
Cabe destacar que este modelo también se vende en el mercado como «El Caleuche«, el legendario barco fantasma de la mitología de Chiloé. Como dato, solo el barco chileno hace la recolección de almas de quienes mueren en el mar.
AGRADECEMOS A PLAYMORE POR DARNOS ESTE PRODUCTO PARA PODER REALIZAR ESTA REVIEW.