Hoy 6 de diciembre, la conocida Feria Friki volvió a realizarse en el Parque Gómez Rojas de Santiago, luego de una extensa cuarentena. Según la calendarización de esta reapertura, esta fue la primera jornada de tres, las cuales en temática navideña, le abrirán sus puertas al público en los siguientes dos domingos.
Como ya es costumbre por la situación del Covid-19, las restricciones sanitarias se hicieron presentes, ejerciendo un control de ingreso más otras normas estuvieron permanentes a la orden del día. Con más de 33° grados, más de 230 tiendas estuvieron presente para mostrar sus productos y mercadería acumulada por esta pandemia.
Una de las tantas tiendas.
Como era de esperarse, al ser una de las primeras ferias geeks en hacer apertura, esta dejó varios puntos buenos y malos, que detallaremos a continuación:
Lo Bueno
Logística de tiendas
Para ser la primera feria en mucho tiempo, se encontró bien distribuida, teniendo en su sitio web marcadas todas las tiendas a participar, de manera que facilita encontrarlas.
Además, los accesos de salida y entrada eran distintos, mientras que el toldo de administración quedaba cercano a la mitad de la plaza, estando una persona pendiente con las medidas de sanidad respectivas.
Distribución oficial.
El orden sanitario de la basura
Otro punto a destacar fue el tema de la basura, donde el público demostró estar siempre pendiente. Además, el staff tenía personas encargadas de revisar las condiciones sanitarias constantemente.
Para el momento de retirarnos, existía poca basura distribuida por el parque.
Los precios
Pese a que hemos visto durante la cuarentena precios inflados por el Covid-19, cabe destacar que esta versión presentó buenas ofertas en casi todas las tiendas.
Si bien, en algunos casos había una diferencia de hasta un 33% en algunos productos, la gran mayoría no infló sus valores. Ello se mostró cuando cerca de las 3 PM, algunas tiendas habían agotado el 70-80% de su mercadería.
Staff en terreno
Otra cosa a destacar fue el Staff en terreno, donde se veía gente repartida abarcando zonas tanto fuera como dentro del evento. No nos tocó ver ninguno poco informado o que no estuviera pendiente.
Staff en una de las entradas del parque.
Lo Malo
La fila de entrada
Uno de los puntos negativos más notorios fue fila de ingreso, ya que iba aumentando de manera exponencial conforme pasaba el tiempo. Si bien la entrada era por la plaza y la demora era por el control sanitario, la fila de ingreso era enorme, al punto que llegó a tener más de 2 cuadras cerca de la plaza.
Sumando el calor, que la gente no mantenía el metro de distancia en algunos puntos y las pocas señaléticas, todo terminó siendo una experiencia sofocante para quienes no llegaron temprano. Por otro lado, se destaca el labor de regulación que ejecutó el staff para guiar y evitar que se colara gente (hecho que de todas maneras lamentablemente terminó ocurriendo).
Foto cercana al mediodía repartida en las redes entrega de manera anónima. Mapa de la fila.
El poco control de aforo respecto a la gente que transitaba
Otro punto a destacar fue la gran cantidad de gente que estaba dentro de la feria, la cual lamentablemente no mantuvo distancias, al no haber rutas preestablecidas de solo una vía, la gente se atochaba en más de un pasillo.
Otra cosa que nos llamó la atención fue la cantidad de gente transitando, que superaba para el mediodía fácilmente las 400 personas.
Accesos no regulados
Pese a que habían cordones regulatorios para evitar el ingreso por ciertas áreas, existían puntos puertos donde gente se aprovechó para pasar, lo cual causó indignación a quienes hicieron ingreso de la manera establecida.
Uno de los puntos muertos más grandes fue el de Enesto Pinto con Bellavista, donde por horas la gente utilizó esta vía no monitoreada para pasar. Parte de nuestro staff decidió notificar al puesto de administración, pero aún pasado una hora, seguía la vía libre y con más gente transitando.
El punto muerto. Gente entrando por el punto muerto. La vía ya casi a las 3 PM.
Gente arrinconada comiendo
Pese a que una de las instrucciones indicaba evitar comer ante tanto publico, muchos simplemente hicieron caso omiso a la advertencia, entrando en una parte de la plaza a saborear los platos que tenían puestos y foodtracks de la feria.
Tampoco respetaron alguna medida de distanciamiento, pese a que en ese lugar habían mínimo 40 personas manteniéndose en ese espacio de manera permanente.
Gente comiendo en el rincón clásico.
Lo Extraño
La regulación sanitaria de ingreso
Otra cosa que nos llamó la atención fue el acceso, el cual tenía sólo dos personas revisando la temperatura e informando respecto al ingreso y salida para la gran cantidad de gente que llegaba .
Tampoco hubo un conteo de ingreso aparente y la sanitización era con agua de una llave, no con alcohol gel.
En conclusión
Finalmente, para ser la primera feria que regresa después de un buen tiempo y pese a los puntos malos, fue una buena experiencia, ya que pensando en las fechas, la gente relacionada a las industrias creativas necesita un espacio para comprar cosas temáticas que sólo se podrían encontrar en esta feria.
Claramente, el staff debe reforzar varias medias que mencionamos para mejorar la calidad y salud de sus asistentes en sus siguientes versiones domingo 13 y domingo 20 de diciembre.
¿Nos faltó algo en uno de los puntos?
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