Como alguien que se crió con la segunda trilogía de Star Wars, viendo la fatídica The Panthom Menace en el cine y con tan sólo 9 años, pero agradecido de que mis padres me hubieran llevado a verla, porque de esa manera me abrió el universo de Star Wars, eso y a base de las noches de «Best sellers» de TVN, donde pasaban la trilogía original de vez en cuando.
Y así con los años yendo al cine a ver todas sus películas, viendo sus series, leyendo sus cómics y novelas (aún así no me siento un gran fanático de la saga, sino como un espectador más), pero donde todo se me derrumbo fue en la trilogía Disney, ya con dos películas de la nueva trilogía sentía que todo era una cagada, donde incluso los mismos actores se quejaron y luego los hicieron callar. Haciendo excepciones como fue Rebels y el regreso en una ultima temporada de The Clone Wars.
Pero dejando mi odio-amor hacia Disney, The Mandalorian es el primer live-action definitivo de Star Wars, con todo ese estilo de spaguetti western del espacio y mostrando como vive un simple personaje en el vasto universo creado por George Lucas, es como ver una hormiga en un hormiguero y como se gana la vida.
Desde el primer capítulo se nos muestra otros cazarecompenzas que aparecieron en la trilogía original como IG-11, el robot que comparte unos segundos de pantalla con Boba Fett que podemos ver mejor dentro de The Mandalorian. Taika Waititi presta la voz para el personaje y en verdad no creo que sea necesario dar spoilers porque en verdad es algo que deben ver.
Si hablamos de los aspectos técnicos, debo decir que Jon Favreau se las mando y me dejó bastante asombrado, pero también debo tomar en cuenta que el presupuesto de Disney siempre sera abismal en relación a otras productoras y canales de televisión al momento de hacer series. Pedro Pascal por otro lado a pesar de que no podemos ver su cara, actúa a toda raja y es que debe ser complicado actuar con un casco encima, mostrando una faceta mucho más seria ya que muestra parte del trauma que sufrió cuando su personaje era pequeño y el obvio odio hacia el imperio.
Y Baby Yoda, no puedo dejar a Baby Yoda fuera de esto, pareciera que dejó la vara muy alta sobre los Ewoks y los porgs, internet en verdad lo ama, pero aún no sabemos cual será su verdadero destino y es que aún falta para terminar la primera temporada y así como va la serie tendremos seguramente más temporadas del «Mando«.
Por otro lado, tenemos toda una cultura que me encanta. Esta cultura que hay detrás de los mandalorianos, como lo fue Boba Fett en la trilogía original o Sabine Wrex en Rebels. Siempre hablamos con amigos de «cómo los mandalorianos tienen los aspectos más latinos de la galaxia», «como su sociedad antes de la purga por parte del imperio estaba regida por castas o clanes y todos tenían un código». Y me gusta cómo la actual serie muestra cómo intenta sobrevivir su sociedad luego de los sucesos de la trilogía original.
No hay forma de que no me gusten los mandalorianos y la serie es definitivamente un broche de oro para ellos.