Conocido a nivel mundial y jugado por millones de personas, es difícil que alguien no haya escuchado del famoso bingo. Gracias a su formato, personas de todas las edades pueden rápidamente entrar a esta ya clásica actividad, que ayuda a mejorar la concentración y socialización.
En este artículo vamos a hablar del surgimiento y evolución del bingo, juego de azar de gran popularidad, jugado durante décadas en casi todos los rincones del mundo y que sigue teniendo importancia en la actualidad.
¿Qué es exactamente el bingo?
Lo primero es saber qué es y cómo funciona este juego de azar. El bingo se juega con un bombo donde están metidos los números del 1 al 100, cada uno en una pelota. No hay número límite de jugadores, y cada uno de ellos cuenta con una o varias tarjetas. Cada tarjeta, también llamada cartón, tiene a su vez líneas de números divididos entre varias filas.
Cuando el bombo gira, suelta números de uno en uno. Los números que aparezcan en el cartón se tachan por cada uno de los jugadores. Si se tachan todos los números de una fila se canta “línea” y se gana un pequeño premio, mientras que, si se tachan todos los números del cartón, se canta “bingo” y se gana el premio grande.
¿De dónde viene?
El bingo que todos conocemos apareció en el siglo XX, pero sus raíces vienen de los antiguos juegos de azar de la Italia del siglo XVI, donde era utilizado como una lotería semanal. Posteriormente, en la Francia del siglo XVII se convirtió en uno de los pasatiempos favoritos de la aristocracia y se impusieron las reglas que conocemos hoy en día.
Con el paso de los años este divertimento se expandió por Europa, usándose como forma de practicar las matemáticas. Ya en el siglo XX este juego se popularizó en Estados Unidos, siendo parte importante de ferias y fiestas, y poco a poco se fue introduciendo en ambientes más pequeños, jugándose en grupos por pura diversión.
La evolución del bingo
El bingo ha evolucionado a lo largo de los años, surgiendo distintas formas de jugarlo. Por ejemplo, en el bombo o tómbola pueden encontrarse desde 30 a 75 o hasta 90 pelotas con números. La variedad de 30 pelotitas en el bombo se la conoce con el nombre de “bingo rápido” o “speed bingo” porque, al tener una cantidad menor de números, estos aparecen antes en los cartones.
El más jugado en Europa es el de 90 números, también conocido como “británico”. En cada cartón hay 5 números por fila. El número de cartones que juega cada jugador depende de su habilidad para concentrarse y tachar los numero que van saliendo en cada una de las tarjetas.
La práctica actual del bingo
En la actualidad, no es necesario desplazarse hasta una sala de bingo o tener un bombo en casa para poder jugar una partida de este juego. Esto es posible gracias a variantes online que se pueden jugar el ordenador o desde el móvil.
Entre ellas encontramos los juegos de videobingo online de los casinos online, que son similares al bingo tradicional, pero con algunas diferencias. Por ejemplo, en el bingo online se puede ajustar la velocidad a la que salen las bolas del bombo. A su vez, el jugador no debe estar atento de tachar los cartones, dado que el sistema lo realiza automáticamente.
¿Qué nos deja?
En resumen, el bingo ha tenido gran importancia desde tiempos antiguos y ha ido evolucionando y adaptándose a las distintas épocas y gustos de la sociedad.
Hoy en día, gracias a la tecnología, es posible jugarlo en línea, desde un móvil o computador en su versión clásica, o con algunos ajustes que lo hacen más llamativo.
