Jim Ryan solo quiere bloquear la compra de Activision Blizzard, según CCO

La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft podría estar llegando a un giro inesperado, gracias a un nuevo testimonio. Durante esta semana, Sony entregó nuevos documentos a la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) del Reino Unido, en donde presenta sus preocupaciones respecto a lo que Microsoft podría hacer con Call of Duty si el acuerdo se realiza.

Entre las preocupaciones, señala la degradación que podrían tener las futuras versiones de la franquicia en consolas de PlayStation, pudiendo lanzar títulos con errores para que los jugadores «pierdan la confianza en PlayStation» como una plataforma para jugar Call of Duty.

Esto le llamó la atención a Tom Warren, editor del medio The Verge, quien tuiteo el reporte en su perfil para marcar el debate. Sin embargo, este fue compartido por Lulu Cheng Meservey, EVP de Asuntos Corporativos y Directora de Comunicaciones (CCO) en Activision Blizzard, quien declaró que Jim Ryan, CEO de SIE, mencionó en una audiencia a puertas cerradas que «no quiere un acuerdo de Call of Duty. Solo quiere bloquear la fusión«.

Según la ejecutiva, estas palabras las dijo Ryan durante la audiencia en Bruselas (Bélgica) a puertas cerradas con los reguladores de la Unión Europea, la Comisión Europea, el 21 de febrero. Por lo mismo, esa declaración respondería la pregunta que varios expertos se llevan haciendo: «¿Por qué Sony sigue rechazando el contrato de 10 años ofrecidos, siendo que tiene términos mejores a lo que podrían darse«?

Con lo anterior, y tomando en cuenta que sus palabras en Bélgica, que podrían ser incluso una «declaración de guerra«, es bastante factible que Sony esté preocupado de que Microsoft logre la fusión, logrando lo que quiera a futuro con los juegos que obtendría, incluyendo Call of Duty.

Por otro lado, Microsoft sigue buscando ganando puntos para lograr la compra, tomando en cuenta los contratos con Nintendo y NVIDIA anunciados el mismo 21 de febrero, mientras que ahora debe esperar el veredicto de la Comisión Europea fijado para el 26 de abril. Aun así, la compra podría ser paralizada si la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos logra llevar el asunto a tribunales, otro proceso que podría alargarse por varios meses.